“Quién la persigue la consigue”, a pesar de los momentos difíciles y las dudas. Ahora es una conocidísima Cocinera, pero al principio, las cosas no fueron fáciles.
La conocemos por el trabajo en su restaurante, por las apariciones en televisión, revistas y redes sociales, por los momentos de gloria que ha vivido al recoger con orgullo algún premio, como la Medalla de la ciudad de Madrid, medalla de Cultura a la gastronomía, soles Repsol, etc.
En la jungla de la gastronomía, donde reinan los sabores, las texturas y los colores, hay una figura que destaca con luz propia: Pepa Muñoz, la cocinera detrás del emblemático restaurante “El Qüenco de Pepa”. Pero su ascenso a la cima no fue un camino de rosas. Pero….
¿Quién es Pepa Muñoz?
Nacida en Madrid en 1969, pero criada en Sevilla en un pequeño pueblo de Andalucía, Las Navas de la Concepción, Pepa Muñoz, entre ollas y sartenes, siempre estuvo destinada a brillar entre los fogones. Desde temprana edad, demostró su pasión por la cocina en el negocio familiar, “el Qüenco”, situado en el corazón del barrio de Chamberí. A la tierna edad de 9 años, ya era experta en limpiar calamares y boquerones, sumergiéndose en el arte culinario con determinación y destreza.
Con el apoyo de su padre, Pepe, Pepa comenzó a cocinar al lado de él a los 11 años, acompañándolo en el catering por toda España. Desde los rodajes de renombrados directores hasta eventos exclusivos, la joven cocinera adquirió experiencia y conocimientos que más tarde serían fundamentales en su carrera.
El traslado de la familia a la calle Alberto Alcocer marcó un nuevo capítulo en la vida de Pepa. Acompañando a sus seres queridos, continuó perfeccionando su arte culinario hasta que, en 2003, dio un salto audaz junto a Mila, su compañera de vida, al abrir “El Qüenco de Pepa”. Aunque los inicios fueron difíciles y se enfrentaron a la adversidad financiera, la determinación y el talento de Pepa finalmente prevalecieron.
En 2007, el destino les sonrió y su restaurante se convirtió en un oasis gastronómico en la bulliciosa escena madrileña. Con platos que combinan la tradición con la innovación, “El Qüenco de Pepa” se ganó rápidamente la reputación de ser uno de los establecimientos más codiciados de la ciudad.
Pepa y Mila no solo rompieron barreras en la cocina, sino también en la sociedad. Como una de las primeras parejas en casarse bajo la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, demostraron que el amor no entiende de género. Con dos hijas como testigos de su amor, construyeron un hogar y un legado juntas. Si a Pepa le preguntas que le ha aportado Mila, te contestará con una sonrisa que es lo mejor que le ha pasado en su vida. Llevan más de 20 años juntas.
En un mundo obsesionado con las tendencias, Pepa optó por un enfoque diferente. Mientras muchos seguían la estela de Ferran Adrià, ella apostó por rescatar la cocina tradicional española y dar protagonismo a productos olvidados. Su compromiso con la calidad y la sostenibilidad la llevó a liderar iniciativas como la promoción de la buena alimentación en los colegios, a tener su propia huerta, principal despensa de El Qüenco de Pepa. Por otro lado, su lado solidario le ha llevado a colaborar con organizaciones benéficas como Acción Contra el Hambre, Mensajeros de la Paz o World Central Kitchen junto al chef José Andrés.
La pasión de Pepa por el producto es palpable en cada plato que sale de su cocina. Con un enfoque en la frescura y la temporada, sus recetas son un homenaje a la tierra y al trabajo de los agricultores locales. Los tomates, en particular, ocupan un lugar especial en su corazón y en su restaurante, donde son tratados con reverencia y servidos de múltiples maneras, desde clásicos hasta innovadores. Por algo es el lugar al que acuden músicos, escritores, cineastas o políticos cuando buscan refugio en un plato.
Más allá de las delicias culinarias que ofrece en su restaurante, Pepa Muñoz se destaca como una líder comprometida con causas sociales y la promoción de una alimentación saludable. Desde su posición como presidenta de FACYRE (Federación de Cocineros y Reposteros de Madrid), ha abogado incansablemente por la introducción de productos de calidad en los colegios, promoviendo hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana.
Nombrada presidenta en 2019, Pepa se convirtió en la primera mujer en liderar esta federación, sucediendo a destacados cocineros como Mario Sandoval. Su compromiso con la excelencia en la gastronomía española la ha consolidado como una figura destacada en el sector.
Pero su labor va más allá de las fronteras de la cocina. Como responsable en España de World Central Kitchen, la ONG fundada por el cocinero José Andrés, Pepa ha desempeñado un papel crucial en la ayuda humanitaria durante momentos de crisis, como la pandemia global, la erupción del volcán de La Palma, los incendios de Ávila… Durante la pandemia, coordinó la entrega de 2.800 comidas diarias a quienes más lo necesitaban, demostrando su compromiso con el bienestar de la comunidad.
Su dedicación a la gastronomía con un propósito y su capacidad para hacer frente a desafíos hacen de Pepa no solo sea una cocinera talentosa, sino también una inspiración para todos aquellos que buscan marcar la diferencia a través de su pasión.
También Pepa Muñoz ha sido distinguida por la Comunidad de Madrid como Embajadora del “M Producto Certificado”, un distintivo que garantiza la calidad y el origen de los productos agroalimentarios de la región. Este honor, otorgado en 2024, reconoce su compromiso con la excelencia culinaria y su contribución al impulso de la gastronomía local.
Muñoz se une a una prestigiosa lista de cocineros galardonados con este título, incluyendo nombres como Juan Pozuelo, Mario Sandoval, y Javier Estévez, quienes han sido reconocidos en años anteriores por su dedicación a promover los productos de la región. Con más de 4.500 referencias y 500 empresas adheridas, el “M Producto Certificado” se ha convertido en un sello de calidad ampliamente reconocido dentro y fuera de España.
Desde los inicios de su carrera, Pepa ha demostrado un firme compromiso con el origen, la sostenibilidad, el correcto reciclado y el aprovechamiento de los alimentos. En 2003, junto a su socia Mila Nieto, dio vida a su visión gastronómica en el restaurante “El Qüenco de Pepa”. Su enfoque en establecer relaciones directas con agricultores, pescadores y ganaderos garantiza la frescura y la calidad de los productos que llegan a su cocina. Pepa siempre quiere ir al origen de los productos que entran el El Qüenco de Pepa.
La misión de Pepa va más allá de simplemente crear platos deliciosos; busca inspirar confianza en sus clientes a través de una selección cuidadosa de ingredientes, priorizando siempre el placer sensorial y la salud. Como dice Mila Nieto, su compañera de vida, “La salud se come”, y esa filosofía impulsa cada creación culinaria de Pepa.
Con una agenda siempre repleta de eventos y congresos gastronómicos, Pepa continúa siendo una voz influyente en el mundo de la cocina, combinando su espíritu inquieto y autodidacta con un profundo compromiso con la calidad, la sostenibilidad y la satisfacción del cliente. Su legado perdurará como un ejemplo de cómo la pasión por la gastronomía puede transformarse en un motor de cambio positivo en la sociedad.
fogones y recetas, Pepa guarda un cariño especial por un ingrediente: el tomate. En su restaurante, este fruto se convierte en la estrella, y con razón. Todo comenzó con un viaje a un mercado en Ávila, una tradición arraigada desde hace siglos. Allí, Pepa y su compañera Mila conocieron a José, un hortelano cuyas verduras se convirtieron en imprescindibles en su cocina.
Pero la verdadera revolución llegó cuando descubrieron unas semillas olvidadas de tomate. Esta variedad, heredada por José de su abuelo en el pintoresco pueblo segoviano de Martín Muñoz de las Posadas, producía tomates grandes y sabrosos, aunque con una apariencia irregular. A pesar de la merma, Pepa y Mila vieron su potencial y decidieron asociarse con José para cultivarlos.
El resultado fue espectacular. Este tomate rosa, con su sabor único y su textura jugosa, conquistó no solo los paladares de los comensales de “El Qüenco de Pepa”, sino también la atención de una cadena de supermercados líder, Lidl. Conocida como la “Chef del Tomate”, Pepa colaboró con Lidl para lanzar un gazpacho bajo la marca ‘Origen y Tradición’, elaborado exclusivamente con tomate rosa y otros ingredientes de origen nacional.
El secreto de este gazpacho reside en la calidad de sus ingredientes. Además del tomate rosa, se utilizan pimientos Lamuyo de Almería, ajo de las Pedroñeras, cebolleta y Aceite de Oliva Virgen Extra-Picual de Andalucía, combinación que resalta los sabores auténticos de la cocina española.
Así, Pepa Muñoz no solo alimenta cuerpos, sino también almas, con su pasión por el tomate y su compromiso con la tradición culinaria. Su historia es un recordatorio de cómo un ingrediente simple puede transformarse en una experiencia gastronómica extraordinaria.
Los tomates de Pepa son una leyenda por derecho propio. Cultivados con dedicación y amor, estas joyas vegetales han sido recuperadas a partir de semillas con más de medio siglo de antigüedad. Regadas con agua pura de poza, proveniente de Ávila y Tudela, cada tomate es un tributo a la tradición y la autenticidad.
En su restaurante, estos tomates son las estrellas indiscutibles. Desde la clásica combinación con ventresca y cebolleta hasta su presentación con burrata fresca, cada plato es una obra maestra de la sencillez y el sabor. No es de extrañar que, en la Feria Nacional del Tomate Antiguo, Pepa haya sido coronada como la primera “Dama de Rojo”, un reconocimiento a su contribución no solo al mundo del tomate, sino también a la cultura de la huerta y la agricultura.
Pero la influencia de Pepa va más allá de las fronteras de su restaurante. A través de su colmado, “La Huerta de Pepa”, ofrece productos nacionales de primera calidad, incluyendo sus tomates. Y su reputación atrae a una clientela de renombre, desde políticos hasta estrellas del deporte y la realeza, todos buscando una experiencia culinaria única y memorable.
En resumen, Pepa Muñoz no solo cocina con tomates, sino que los convierte en símbolos de excelencia y tradición. Su legado trasciende los confines de la gastronomía, convirtiéndola en una verdadera maga de los sabores y las emociones.
En una inesperada y encantadora escena, la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden, acompañada de sus nietas, hizo una parada culinaria en “El Qüenco de Pepa” durante la cumbre de la OTAN en Madrid en 2022.
La visita de Biden a “El Qüenco de Pepa” llegó después de su encuentro con la reina Letizia y su participación en una iniciativa solidaria liderada por el cocinero José Andrés para apoyar a refugiados ucranianos a través de World Central Kitchen. Como socia de esta noble causa, Pepa comparte su compromiso con la comunidad y la alimentación sostenible, valores que también han sido reconocidos con la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid en las fiestas de San Isidro.
En su cuenta de Instagram (@pepacocinera), Pepa comparte no solo sus recetas más elogiadas, sino también actualizaciones sobre los productos de temporada disponibles en “La Huerta de Pepa”, la tienda que forma parte de su restaurante y ofrece la posibilidad de realizar compras en línea. Con una sonrisa en el rostro y un enfoque en la comida equilibrada, Pepa nos recuerda que una alimentación variada es clave para mantener la salud tanto física como mental.
En definitiva, la cocina de Pepa Muñoz no solo atrae a los grandes nombres del ámbito político y social, sino que también inspira a una amplia audiencia a través de sus plataformas digitales, demostrando que la buena comida puede unir a las personas y promover un estilo de vida más saludable.
Desde entonces, Pepa ha sido una figura icónica en el mundo de la cocina, inspirando a otros con su pasión, creatividad y compromiso con la excelencia culinaria. Su historia es un recordatorio de que, con determinación y trabajo duro, los sueños pueden convertirse en realidad, incluso en los momentos más difíciles.
Pongo el broche de cierre con una aclaración a los lectores y clientes de Pepa…, Pepa no tiene estrellas Michelin. Ya sé que por ahí circula que sí, pero no. Algo que si me permiten no tiene explicación y me hace cuestionar a los inspectores o críticos de la “prestigiosa guía”. Por si no se acuerdan o no saben de la existencia del Qüenco de Pepa, animo a los inspectores no perderse la comida de verdad que elabora Pepa y se den una fiesta en su estupendo restaurante:
Calle Henri Dunant, 21, Chamartín, 28036 Madrid
Para los que se preguntan si Pepa y el Qüenco, no son merecedores de esa estrella, os dejo una pincelada, ya que este asunto merece por sí solo otro artículo.
¿Qué es una Estrella MICHELIN?
Una Estrella MICHELIN es un reconocimiento que otorgamos a los restaurantes que proponen una cocina excepcional. Para ello tenemos en cuenta cinco criterios, los mismos siempre, sea cual sea el lugar donde se encuentra el restaurante: calidad de los ingredientes, armonía de los sabores, dominio de la técnica, la personalidad del chef plasmado a través de su cocina y, algo no menos importante, la regularidad a lo largo del tiempo y de la propuesta en su conjunto.
Y tú, ¿Qué opinas?
ENTREVISTA
Pepa Muñoz se ha abierto camino trabajando y dando lo mejor de sí misma, hasta convertirse en un referente en Madrid, con ‘El Qüenco de Pepa’, un restaurante donde igual te encuentras a Felipe González que a Francisco Rivera. Pero no solo hablamos de su trabajo, también de su faceta más solidaria durante la pandemia, así como de Mila, su mujer, y de sus dos hijas.
- Pepa, ¿A que huele tu infancia?
A guisos en el puchero y al arroz con leche que nos preparaba mi abuela para cenar.
- ¿Naciste o te hiciste para cocinar?
Sin más remedio me hice. Nunca estuvo en mis planes cuando era pequeña el ser cocinera. La ayuda sin más remedio que tuve que prestar a mis padres durante mi infancia, me condujo a este fascinante camino. Nunca podré agradecer este “accidente” que tantísimo me está haciendo disfrutar a pesar del enorme trabajo que diariamente supone.
- Todos los restaurantes que se montaban cuando tu empezaste iban hacia tendencias más creativas y sin embargo montaste una casa de comidas del siglo XXI. Ahora esa es la tendencia, o ¿No?
Sin duda, parece que más personas se fijan en la gastronomía de esta manera. Yo siempre lo tuve claro, muy claro. Mi camino era la recuperación de sabores olvidados, siempre bajo el paraguas de la tradición. Para mi es la cocina por excelencia y me enorgullece tener, efectivamente una “casa de comidas del sigo XXI”.
- ¿Cuál es la historia del Qüenco de Pepa?
Uff, es una historia muy bonita, emotiva y también complicada. Resumiendo mucho, El Qüenco de Pepa nace fruto de la confianza que Mila depositó en mi, sin esto, no existiría. Los orígenes fueron muy complicados, muchas trabas administrativas y económicas que fuimos resolviendo gracias a la ayuda de nuestros proveedores y también un banco que creyó en nosotras. A esto hay que sumarle el ingrediente principal: muchas horas de trabajo, como ahora!
- ¿Cuánto tiene que ver Mila en tu profesión de cocinera?
Muchísimo. Mila ha sido súper inspiradora y cuidadora de mi formación. Ella me ha conducido a los mejores congresos de gastronomía, ha velado por mi preparación continua. Su asesoramiento ha sido vital para el desarrollo y evolución de El Qüenco de Pepa.
- Según cuentas, al principio en Mercamadrid no te escuchaban por ser mujer. ¿Es este todavía un mundo de hombres en la alta gastronomía?
No lo creo. Es verdad que en un principio “no me echaban cuentas” en Mercamadrid, ahora es todo lo contrario. Siento este lugar como una casa propia, y noto como se alegran de verme por allí.
Es una evidencia que lo que llamamos “alta gastronomía” está más protagonizada por hombres que por mujeres. Nosotras tenemos que dejarnos ver más aún, movernos más, salir más de nuestras cocinas… ahora, también es cierto que no es fácil compatibilizar nuestra vida familiar con la profesional. Sobre esto, yo he de decir que he sacrificado muchísimos momentos familiares por atender al restaurante y otros asuntos profesionales.
- ¿Cuáles fueron los principales retos a los que tuviste que enfrentarte profesionalmente?
Partiendo de la base de que siempre he tenido claro mi objetivo y estilo gastronómico, los principales retos desgraciadamente han sido siempre superar obstáculos y barreras incompresibles administrativas. Es una pena que no nos pongan algo menos difícil el crecer empresarialmente junto a nuestros equipos, por supuesto, y así ayudar a crecer a todo lo colateral que rodea a un restaurante.
- Tu restaurante fue de los primeros en tener huerta propia en Madrid. La mayoría de tu materia prima son de tu propia huerta. ¿Cómo surge esa idea? ¿Es ese tu I + D?
La idea nace de Mila. Ella me dijo que si quería encontrar la atenticidad que yo busco en el producto, lo que nos da la tierra, o lo sembramos bajo nuestros principios de pureza o era prácticamente imposible conseguirlo. Al principio esto me parecía poco más que imposible, pero siguiendo su sabio consejo, seguí su premisa y esto me ayudó a tener justo lo que buscaba.
Si, mi huerta es mi centro de I+D+I+I (esta última I de ILUSIÓN). Está parte también nace de mi socia Mila. Nunca nos faltó ilusión a pesar de la cantidad de obstáculos que hemos ido encontrando y que al mismo tiempo nos ha ayudado a fortalecernos.
- Los tomates de tu huerta se han hecho famosos. ¿Como conseguiste recuperar esas semillas antiguas?
Con la ayuda de nuestro hortelano José. Él tenía semillas guardadas de sus ancestros que, en su día dejaron de sembrarlos porque el tomate era “feo”, sólo maduraba en la mata, era complicado su transporte por su delicadeza… y, justo era eso lo que yo quería: un tomate de verdad. Comenzamos sembrando unos 9 semilleros diferentes y ahora tenemos 11 invernaderos gracias a la recuperación de las semillas.
- La carta en el restaurante ¿Cada cuánto tiempo la cambias y que platos permanecen siempre?
Siempre tengo el producto que me da la huerta en sus temporadas.
Nunca faltan pescados que traemos a diario del norte y/o con la ayuda de Pescaderías Coruñesas que me conocen y saben lo que busco.
La carta…, te diría que la cambio a diario. Tenemos una hoja de sugerencias que creo en función de mi huerta, del mercado y sobre todo de las temporadas a las que profeso un profundo respeto.
- ¿El campo es la asignatura pendiente de la restauración?
No sólo de la restauración, deberíamos prestarle mucha más atención desde todos los puntos de vista. Es una asignatura pendiente de manera global. A mi me apena profundamente cuando hablo con los hortelanos, ganaderos, campesinos…, gente que trabaja en el campo, que se deja la piel en condiciones y/o con retorno de sus inversiones insignificantes. Algo estamos haciendo mal, muy mal con respecto al campo. Como dice Mila, “cuando nos demos cuenta de que los euros no se comen, a lo mejor empezamos a darle al campo la enorme importancia que tiene”
- Si tuvieses barra libre y desde tu posición como presidenta de FACYRE ¿Qué harías por la gastronomía?
Muchas cosas: ponerla más en valor, posicionarla donde merece estar teniendo en cuenta que la gastronomía es cultura y un motor importantísimo económico (especialmente en España), facilitar todo el proceso de reciclaje que movemos, minimizar las gestiones burocráticas que existen para su desarrollo (que no quiere decir no respetar normas ni principios ni leyes…, todo lo contrario), facilitar ampliaciones, el facilitarnos la contratación de más personas, poder obtener préstamos sin tanta exigencia, revisar los impuestos exigidos para poder invertir en mejorar, crecer, contratar, profesionalizar y dignificar más a profesiones como camareros, office, ayudante de cocina…
- ¿Crees que hemos tocado techo y que ya no hay nada nuevo por descubrir en la gastronomía?
No! En absoluto. Todo lo contrario. Personalmente me esfuerzo por mejorar o crear algo nuevo cada día y, honestamente, lo consigo!
Mila no soporta la expresión “ya está todo hecho”, ella dice que queda mucho por hacer.
- ¿Cuál sería la mejor fórmula para educar al consumidor y fomentar dentro y fuera de España la cultura y nuestros productos?
Yo creo que tenemos consumidores educados, personas que saben comer y distinguir lo bueno porque en España tenemos lo mejor.
Nos sobran motivos para presumir de nuestra cultura y productos ahora, sobre esto, en mi opinión, hay otros países que saben hacerlo mucho mejor. Deberíamos dedicar más esfuerzos a esto porque tenemos unos cimientos maravillosos: el campo, el mar, un país lleno de sol y en consecuencia el mejor producto. Estamos trabajando en la Comunidad de Madrid para convertir a la capital en la ciudad de referencia de la gastronomía mundial, podemos hacerlo!
- ¿Por qué crees que hay tan pocas mujeres al frente de las cocinas?
Hay muchas más de las que parece, ocurre que no se las ve tanto.
Creo que, sobre esto, tenemos una asignatura pendiente. Tenemos que exponernos más, asistir a más encuentros relacionados con nuestra profesión, hacernos oír aún más, etc. Yo procuro “tirar” todo lo que puedo de mis compañeras aunque, es cierto que otras responsabilidades dificultan mucho esta tarea y, elegir es complicado.
- ¿Qué te parece exista una Asociación de Mujeres en Gastronomía MEG?gastronomía no tiene gé
Todo movimiento que ayude a dar visibilidad a la mujer aquí o allí, encontrará mi apoyo.
Ahora, el talento y saber hacer no tiene género; la cocina tampoco. Esto no quiere decir que la mujer necesite eventualmente más impulso y apoyo, si esto sirve para que se animen más mujeres a salir de sus cocinas y compartir experiencias, participar en congresos, eventos, etc. bienvenido, por supuesto.
- ¿Cómo ves el futuro de la gastronomía y las nuevas tecnologías?
Pues veo que la gastronomía está por delante de las nuevas tecnologías! Aunque resulte paradójico, y a pesar de que lo mío es la cocina tradicional y recuperar sabores situados “en el pasado”, considero que estamos por delante de las tecnologías. Dicho esto, veo excelente que las nuevas tecnologías nos ayuden y faciliten la cantidad de gestiones que encierra un en el mundo de la gastronomía. En El Qüenco de Pepa, procuramos que estas tecnologías nos acompañen y sin duda nos ayudan.
- Encontramos en cualquier rincón del mundo restaurantes italianos o chinos. En España las tapas son parte sobresaliente de nuestra cultura y patrimonio culinario y algo muy exportable. ¿Qué vías deberían potenciarse? ¿Qué hace falta para convertir a las tapas en el centro de una “moda” exportable a nivel mundial?
Nuestras tapas deberían estar posicionadas donde les corresponde, en lo más alto. Como he dicho en pregunta anterior, creo que este punto es susceptible de mejora por nuestra parte, no nos vendemos en proporción al potencial que tenemos. Por ejemplo, las tapas deberían ser (de hecho lo son en España) una referencia de nuestro saber hacer minimalista, una muestras de nuestros sabores, de nuestro estilo, de nuestra forma de interpretar, etc.
A los que corresponda, deberían ESCUCHAR más a los que nos movemos de toda la vida en este mundo y a partir de ahí, buscar y encontrar la mejor canalización para que todo el mundo pueda disfrutar de nuestra gastronomía y, por qué no, empezando por nuestras afamadas tapas.
- ¿Qué le aconsejarías a un extranjero que está pensando visitar España y que es lo que no se puede perder según tu punto de vista?
Esta pregunta es muy difícil! Cada rincón de nuestra España tiene magia y en cada lugar hay algo que no debería perderse.
Yo creo que no debería dejar de conocer ciudades como Barcelona y Madrid o perderse por otras más pequeñas pero no menos interesantes como Toledo, Salamanca, San Sebastián, Sevilla,… (nombraría a todas las provincias y sus pueblos). Gastronómicamente, no debería faltar un buen cocido, un pescadito frito, un vaso de gazpacho en verano, una gilda, nuestra tortilla de patata, una fabada… también seguiría nombrando platos únicos e increíbles que tenemos en España.
- ¿Cómo conociste al cocinero José Andrés y como es en las distancias cortas?
José es increíble. Lo conocí más a fondo en pandemia, cuando me puse a su disposición y desde entonces no quiero separarme nunca de él. Cuánto más le conoces, “más te engancha”. Es un ser humano, maravilloso. Ojalá su forma de ver el mundo y hacer el bien fuera contagiosa!
- ¿Va a seguir colaborando con José Andrés en la ONG World Central Kitchen?
Siempre. He vivido momentos durísimos de su mano. Si tuviera que volver a hacerlo, ahí estaría. Ojalá nunca lleguen momentos como el vivido en pandemia o como los actuales fruto de las guerras en Ucrania o Gaza.
- ¿Has contemplado alguna vez la posibilidad de trabajar fuera de España, por ejemplo, a un país como Estados Unidos, Latinoamérica…… si te propusieran un proyecto hecho a tu medida, con absoluta libertad para crear?
Estoy tan enamorada de mi país que no me lo he planteado si bien he tenido propuestas. Yo nunca digo que esto nunca lo haría… porque nunca se sabe. Hoy por hoy, estoy feliz en España, con muchos planes y sobre todo con mucha ilusión.
- ¿En qué medida los críticos marcan o presionan determinadas tendencias en la gastronomía mundial?
Sin duda es importante y considero que son personas que pueden ayudar muchísimo en la gastronomía, pero ya, la propia palabra “críticos” causa rechazo, se asocia con evaluación, con aprobados o suspensos, con miedos… Yo opino que cada uno debemos seguir los criterios en los que creemos, trabajar duro e inevitablemente someternos a los juicios de nuestros críticos. Yo recibo cada día a muchos…, son todos mis clientes!
- ¿Quiénes son para ti los grandes de la hostelería española, los de la antigua escuela?
Tenemos muchos. Para mi los grandes no tienen por que estar relacionados con afamados galardones. Hay muchos cocineros y cocineras que “en silencio” deleitan paladares y nos hacen disfrutar de ese gran placer de comer y al mismo tiempo cuidar nuestra salud.
Yo tengo admiración por Ferran Adriá que, además, tantísimo ha hecho por la gastronomía española fuera de nuestras fronteras. También por Martín Berasategui, Carme Ruscadella, Toño Perez, el gran Lucio y un largo etcétera, muchos de ellos, como digo, personas anónimas o aún anónimas.
- Dime 6 personajes de la historia que te gustaría sentar a tu mesa y que menú cocinarías para ellos sin olvidar el vino.
Teresa de Calcuta. Menestra de verduras. Vino rosado de La Rioja
Lola Flores. Pescadito frito y un vino de Jerez.
Papa Juan Pablo II. Cola de merluza al horno con patatas de siembra. Vino blanco Godello
Velázquez: Mi arroz con gurumelos. Vino amontillado
Ava Gardner: Huevos fritos de campo con patatas. Vino tinto de Ribera del Duero
Isabel la Católica: Mi potaje de espinacas y garbanzos y un vino tinto de tierras de Castilla.
- ¿Alguna de tus hijas seguirá tus pasos?
Parece que Lola. Ojalá. Me encantaría y al mismo tiempo siento vértigo porque yo se lo que es dedicarte en cuerpo y alma a este sector tan agradecido y al mismo tiempo tan exigente.
- ¿Algún proyecto en el horizonte?
Si! Está más enfocado al campo. Otro que anticipo aquí, es la salida de mi primer libro en junio de este año. Estoy muy ilusionada.
- ¿Cómo fue el encuentro con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden y sus nietas?
Fue maravilloso. La Sra. Biden es súper sencilla, empática, se dejaba aconsejar, sin filtros. Transmitía mucha positividad y sus nietas acompañaban esta actitud. Fue una experiencia preciosa!
- Si te digo que cocinar es amor y meditación, que me dices…
Que tienes toda la razón. Sin el primer ingrediente que mencionas, nada saldrá ni auténtico ni rico, sin el segundo el riesgo de “meter la pata” se multiplica.
- ¿Algo que se ha quedado en el tintero o una anécdota que te gustaría contar y compartir?
Podría contar muchas muchas cosas. De ahí el libro, el primer libro!
- Por último, danos una receta de tu cosecha para que disfruten nuestros lectores:
ARROZ CON LECHE
By Pepa Muñoz
Ingredientes para 6 personas:
500 gramos de arroz
1 litro y medio de leche entera
1 litro de nata
250gr de azúcar
100 gr de mantequilla
Un chorrito de anís dulce
Una naranja
Un limón
Canela en rama
Canela molida
Elaboración:
Pelamos la naranja y el limón. Ponemos en una cazuela la leche a calentar a fuego medio-bajo. Añadimos las pieles de la naranja, del limón y una rama de canela. Pasados unos 15 minutos, añadimos el arroz sin lavar y el azúcar. Tras 5 minutos, incorporamos la nata y la mantequilla. Dejamos que cueza todo una hora a fuego lento sin tapar.
Pasada la hora, añadimos un chorreón o vasito de anís dulce. Removemos bien para que todo se mezcle y dejamos cocer otros 30 minutos. Apartamos y dejamos reposar una hora mínimo.
Servimos en un cuenco o plato hondo y espolvoreamos la canela. Este es un plato que se puede tomar caliente o frío.
¡Listo para servir!
PREGUNTAS Y RESPUESTAS RÁPIDAS:
- Un ingrediente imprescindible: El aceite de oliva virgen
- Una especia: El comino
- Un plato de tu infancia: El arroz con leche
- Un plato para todos los días: Pescado
- Un sabor: Dulce: un tocino de cielo. Salado: jamón ibérico
- Un olor: Romero
- Un color: Verde
- Cocinera o Chef: ¡Cocinera!
- Un vino para salvar en un naufragio: Un buen tinto
- El mejor de tus platos: Huevos de campo fritos con patatas fritas de la huerta
- Un cocinero/a: Ferran Adriá
- Una cocina regional: La andaluza
- Una cocina internacional: Italiana
- Tres personas imprescindibles en tu vida: Mila, Lola y Candela
- Una estación culinaria (primavera, verano…): Otoño
- Una ciudad para perderse: Paris
- Un sitio de Internet: Cualquiera que nos lleve a conocer cosas buenas y constructivas
- Un libro: El Manuscrito Carmeso de Antonio Gala
- Una película: El Padrino
- Una música: Flamenco
- Un truco o una receta muy sencilla: Truco: cocer las alcachofas enteras
- Una receta para enamorar: Huevos fritos de campo con caviar