Me hizo mucha ilusión que la agencia Yalocatoyo.com especializada en Marketing de Vino y Redes Sociales me invitara a visitar la magnifica bodega de Valtravieso. Solo unos pocos elegidos tuvimos esa oportunidad y yo estuve entre ellos. Ya desde mi época de Laviña, la Catedral del vino, donde tuve la responsabilidad de ser la primera Directora de Comunicación, era uno de los vinos que tengo apuntados en mi lista de preferidos.
Álvaro Cerrada, CEO de Yalocatoyo.com, lo hace siempre muy bien. Me gusta su estilo formal, profesional y muy cercano a la vez. Somos un grupo de bloggers y enseguida entablé conversación con algunos.
Era temprano y había que ver muchas cosas, así que tras un recibimiento por parte de los responsables de la bodega, con un vino verdejo que producen en la zona de Rueda, nos pusimos en marcha y en unos todo terreno nos fuimos a las viñas.
Pablo González Beteré, Consejero Delegado de Valtravieso, nos explica a grandes rasgos la filosofía de la bodega que en síntesis es aprovechar los recursos que te da la naturaleza. Los viñedos se plantaron en 1985. En la actualidad producen algo menos de 600.000 botellas. La bodega elabora en la actualidad 7 vinos de Ribera del Duero y un verdejo 2011 Dominio de Nogara de la zona de Rueda.
Los viñedos propios satisfacen el 70% de las necesidades de producción, comprando el 30% restante a viticultores locales con los cuales tienen relación desde hace años, ejerciendo un control sobre cada viñedo.
Por fin llegamos al viñedo de la finca se ubica a 920 metros sobre el nivel del mar, siendo el viñedo más elevado de la D.O. Ribera del Duero. Un clima atlántico, con gran contraste térmico entre el día y la noche, un suelo pedregoso muy pobre, con arcilla superficial, roca madre de caliza activa y unos vientos de la sub meseta norte del sistema central pronunciados, favorecen el perfecto estado sanitario de las cepas, una pausada maduración y un perfecto equilibrio alcohólico-fenológico, que junto a determinados trabajos de viticultura nos ofrecerán una materia prima de alta calidad necesaria para unos vinos elegantes, frescos, con excelente estructura, mineralidad y acidez.
Ricardo Velasco, el enólogo de la bodega, es de la opinión que solo siendo los mejores se pueden hacer vinos excelentes. Para eso, Valtravieso invierte continuamente en estudiar el viñedo, por lo que la inversión en equipo humano y medios es muy alta. Cuentan con asesores internacionales y un gran trabajo y esfuerzo del equipo técnico y comercial. Suelo y viña conforman un todo. Invierten mucho tiempo observando a las plantas y a la tierra. Hay que catar uvas, realizar tratamientos naturales para aportar aquello de lo que el suelo carece. Nos cuenta que podan con inteligencia, reconducen sarmientos, realizan aclareos y dejan que las vides les transmitan sus necesidades. Como dice Pablo, pisamos viña y eso se nota. La viticultura con nuestros suelos pedregosos y sin riego por goteo se hace más compleja, más exigente. Los vinos se hacen en el viñedo, y eso lo tenemos claro en Valtravieso.
A todo esto, cuando llegamos al viñedo, nos encontramos con una mesa espléndidamente adornada de botellas, copas y picoteo de la tierra. ¡Catamos crianza de 2012 y 2013!
La siguiente etapa nos llevo a catar los vinos de los depósitos y de las barricas. Reconozco que me sorprendió. En ninguna de las bodegas que he visitado, y son muchas, nunca había tenido la oportunidad de catar los caldos directamente de los depósitos de acero inoxidable donde se esta creando la magia de los futuros vinos. Hacía pocos días que las uvas pasaron por la tolva y la despalilladora y el zumo llevado a esos inmensos tanques de acero inoxidable para su maceración. En cuatro o cinco días han fermentado en el tanque de 20.000 litros. La temperatura nunca pasa de los 28 grados. El vino que catamos es un vino de prensa, en este caso tempranillo.
Pasamos a la bodega donde reposan en un silencio sepulcral las barricas de roble francés. En total tienen una capacidad de 960 m2 para almacenar hasta 2.500 barricas repartidas en 3 alturas, lo que facilita los trasiegos y el trabajo durante la crianza de los vinos. La nave de barricas está climatizada y mantiene una temperatura y humedad relativa constante durante todo el año, lo que asegura una correcta evolución de los vinos. Nos ofrecen catar los vinos que están en proceso de creación. Algo que tampoco es muy común, ya que todo creador, celoso de su trabajo no suele ser tan generoso como en este caso fue Ricardo. Catamos un vino de prensa, que sirve al enólogo para ensamblar las demás fermentaciones y vinos en rama, es decir sin terminar, directamente de la barrica, una experiencia para el que no la ha podido realizar es verdaderamente interesante. En este caso tenemos la oportunidad de catar un merlot de 2013 extraído de la barrica expresamente para nosotros. Además os aconsejo que visitéis la sala de barricas, que es realmente bonita.
Como casi siempre, nos tenemos que dar prisa porque el tiempo se nos echa encima. Ahora toca ir a la sala de catas para hacer una cata vertical. Es decir, cuando los vinos que se catan son los mismos pero de diferentes cosechas. Algo difícil de hacer si no estas en la bodega. No es usual guardar botellas de la misma marca de diferentes añadas para ver la evolución y es prácticamente imposible encontrarlas en las tiendas de vino ya que agotan las existencias de cada añada antes de empezar a vender la siguiente.
Estos son los vinos que catamos:
Reserva 2011
Reserva 2010
VT Tempranillo 2011
VT Tempranillo 2010
VT Vendimia Seleccionada 2010.
VT Vendimia seleccionada 2006
VT Tempranillo 2006
VT Vendimia Seleccionada 2004
Según mi opinión, me quedo con el VT Vendimia Seleccionada 2004. Un vino tinto con DO Ribera del Duero de bodegas Valtravieso que está elaborado con merlot y cabernet sauvignon de 2004 y tiene un volumen de alcohol de 14.50º. Para acompañar VT Vendimia Seleccionada 2004 nos recomiendan los armonicemos con carnes a la parrilla y platos de legumbres y postres de chocolate. ¡Una auténtica joya!
Y lo mas interesante, la relación calidad precio es excelente. Puedes encontrar el crianza a partir de 9,00€.- hasta un reserva por menos de 35,00€.-
Pero ahora viene lo mejor….. acabamos la jornada alrededor de una mesa castellana, con sus sopas de ajo, su lechazo y un postre de chocolate, que yo, que no soy de dulce me lo comí todo, todo y todo. Por supuesto armonizamos la comida con algunos de los magníficos vinos que habíamos catado.
En resumen, fue un día estupendo donde aprendimos mucho y donde además hice nuevos amigos.
Aquí os dejo los datos de contacto de la bodega, solo por las fotos, merece la pena:
Bodega Valtravieso
Finca “La Revilla”, s/n Pinel de Arriba.
47316 Valladolid
(+34) 983 484 030
valtravieso@valtravieso.com