Después de darle muchas vueltas, porque no es nada fácil a la hora de decidir cual es el producto gastronómico estrella del mapa de España, me he decantado por el aceite de oliva. Seguramente porque es el mas antiguo de todos los productos de la humanidad y porque además tenemos la suerte de que España es el mayor productor de aceite del mundo. Seguro que nuestro amigos extranjeros que estén leyendo este post, estarán pensando……¿Pero no eran los italianos? Bueno, pongamos las cosas en su sitio y aclaremos muchos conceptos.
Empecemos por el origen de la palabra aceite…Es árabe, al igual que los vocablos castellanos de aceituna o acebuche. Todos ellos tienen raíz árabe. A modo de ejemplo, aceite proviene del árabe az-zait que significa jugo de aceituna.
La historia de la alimentación Española es muy compleja, seguramente una de las más complejas del mundo, porque por su situación geográfica ha sido un punto crucial en el intercambio mundial de alimentos. Ha sido con frecuencia puerta de entrada de los alimentos originarios de África y de muchos de los procedentes de Asia que siguieron rutas comerciales que terminaban en el extremo occidental del Mediterráneo y sobre todo fue el nexo de unión con América, cuando recién descubierta se intercambiaron productos hasta entonces desconocidos a uno y otro lado del océano, que por sus características tenían, y desarrollaron luego, vocación universal.
Los aceites vegetales se han empleado en la historia de forma habitual. Se ha empleado en la gastronomía, aunque también se le han dado otros usos como los religiosos, la cosmética y como combustible en la iluminación para las lámparas de aceite de la vida diaria y en los templos.
El origen de la producción de aceite de oliva hay que buscarlo en la antigüedad en el Creciente Fértil (que va desde los ríos Tigris y Éufrates hasta el Nilo).
Se sospecha que las primeras plantaciones se realizaron en la extensa área que va desde Siria a Canaán. No obstante, se conocen usos del árbol del olivo en el Paleolítico Superior (12.000 a. C.).
En Egipto, hacia el 2000 a. C., se comenzó a usar el aceite de oliva con fines cosméticos. Los mismos egipcios empezaron a comercializar el aceite de oliva importándolo de Creta. En el interior de las cámaras funerarias se ven representadas vasijas y ánforas con aceite de oliva.
Los pobladores de Grecia ya conocían el olivo, pero trajeron de Egipto las variedades más cultivadas. Se sabe que la aparición del aceite de oliva ocurre en la isla de Creta, su cultivo hace que se comercie con Egipto y otros pueblos, estableciéndose las primeras rutas comerciales por el mar Mediterráneo.
Con frecuencia pueden verse olivos en las decoraciones de los vasos, en las joyas y demás utensilios de la vida cotidiana de la época. El consumo del aceite de oliva dependía en gran medida de la clase social, por ejemplo las clases sociales bajas no consumían aceite de oliva en la cocina y las clases más favorecidas si, el uso como combustible para iluminar, como remedio medicinal, como óleo corporal, etc., era muy habitual.
Los primeros juegos olímpicos celebrados en 776 a. C. ya se ofrecía a los ganadores de las pruebas deportivas una ramita de olivo como reconocimiento de triunfo. En las fiestas panateneas (similares en importancia a los juegos olímpicos) se les premiaba con ánforas de aceite de oliva (en las denominadas ánforas panatenaícas). La cantidad de aceite ofrecida como premio al deportista ganador podía ser grande, llegando a cerca de varias toneladas de aceite.
En la época de la expansión colonial griega, en torno al siglo VII a. C. los griegos llevaron la producción de aceite a Italia. El contacto comercial y guerrero de los griegos con los etruscos hizo que el cultivo del olivo se introdujese en Italia.
Los romanos, que se extendieron por toda la península, descubrieron primero la posibilidad de disponer de un granero, muy apto para producir todos los cereales pero especialmente trigo, después una excelente almazara que surtió a la capital del Imperio de muy buenos aceites, sobre todo de la Bética, pero también de otras regiones, en tal cantidad que terminaron formando con las vasijas de aceite la colina que se conoce como monte Testaccio.
Una de las características culinarias del Imperio romano era la propia definición culinaria de los pueblos bárbaros, a los que se le achacaba ser incapaces de cocinar con aceite de oliva y ser por el contrario consumidores de grasas animales.
En la Edad Media, Algunos historiadores culinarios sostienen la idea de que la inclusión de grasas en la dieta medieval no era tan elevada como se hace ver en los libros de cocina de la época. Los pueblos europeos del norte incluían en su dieta habitual grasa de mantequilla y desconocían, o evitaban el aceite de oliva, por ser un producto caro. Al contrario se puede decir de la mantequilla en los pueblos del sur, un ejemplo se puede ver en las descripciones de recetas que hace el romano Apicius en su libro De re coquinaria en la que ninguna vez hace usó de la mantequilla como ingrediente. Aunque se puede decir que la mantequilla no juega un papel preponderante en los libros de cocina medievales, tales como el Viandier y el Ménagier de París. A pesar del aparente poco consumo del norte de Europa, muchas de las exportaciones que se realizan desde los puertos del mediterráneo van a ciudades del norte donde adquieren aceite de oliva para consumo diverso. No obstante la demanda de aceite de oliva cayó junto con la Decadencia del Imperio romano, debido a que los pueblos conquistadores que provenían del norte desdeñaban el uso de un aceite que recordaba de alguna forma a las costumbres romanas del pasado. Poco a poco los controles estatales sobre el aceite de oliva comienzan a desaparecer y son las órdenes religiosas las que empiezan a tomar las riendas de la producción en la Europa Medieval. El consumo entre clérigos que habitaban en monasterios y personas de la clase alta siempre quedó garantizado.
El uso que se hacía del aceite de oliva durante la edad media se circunscribía a usos culinarios aunque también se empleaba en la iluminación de casas, elaboración de jabones y textiles. Para estas aplicaciones, el aceite de oliva era muy útil y muy difícil de reemplazar. Los usos medicinales en diferentes bálsamos y medicinas queda reflejado en la literatura médica de la época.
Los fenicios, el gran pueblo comerciante de la antigüedad mediterránea, llevó el cultivo del olivo a las costas del sur de la Península Ibérica, la actual Andalucía, hacia el siglo XI a. C. Pronto dicha tierra habría de convertirse en una de las principales zonas de producción del oro líquido. Fueron los fenicios los que asimismo introdujeron la producción oleícola en el Magreb y Cerdeña.
En la Hispania romana, la provincia Bética (en Andalucía) alcanzó una gran prosperidad debida, en parte, a las exportaciones de aceite de oliva. En la antigüedad, y al igual que actualmente, el centro de la producción andaluza se encontraba en el valle del Guadalquivir, si bien entonces el peso mayor recaía algo más al oeste que actualmente, ya que el predominio está en las provincias de Jaén y Córdoba.
El empleo de grasas en la culinaria y en la medicina del Al-Ándalus tuvo una gran importancia y así lo reflejan las numerosas recetas llegadas hasta la actualidad. Se empleaban las grasas de animales como el cordero con el objeto de aromatizar y saborizar algunos platos. El uso de grasas animales y su sustituto por el aceite de oliva era siempre bien recibido. Cabe pensar que el aceite es halal, término que comúnmente es asociado a los alimentos aceptados según la sharia, o ley islámica, por lo que su consumo es aceptado por las normas dietarias del Islam, esto hizo que fuese muy popular el aceite de oliva durante la ocupación de la península ibérica.
Los pueblos árabes que habitaron la península durante casi cerca de ochocientos años se encontraron con unas plantaciones muy productivas desde el punto de vista económico en la zona de la actual Andalucía ya establecidas desde la época del Imperio romano, que daban un rendimiento muy alto, promoviendo de esta forma el monocultivo en estas regiones.
Escritores musulmanes de la época mencionan el aceite de oliva, tal como Ibn Zuhr nacido en la época medieval (1073-1161) en su Libro de los Alimentos. Se trata de un escrito sobre temas diversos. Esta dividido en apartados entre los que figuran desde el punto de vista dietético diferentes alimentos y por supuesto menciona el aceite de oliva y sus diferentes clases y propiedades.
En el nuevo mundo el aceite de oliva llega con la colonización europea de América que se impulsa más o menos finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón llegara en 1492 con el patronazgo de la Corona de Castilla.
Cabe de esperar que esta colonización hiciera que el aceite de oliva se expandiera por tierras de América por vez primera, debido a la inexistencia de este árbol en tierras americanas. Es sabido que las primeras producciones de aceite de oliva se ensayaron en los territorios del Virreinato de Nueva España y que fueron jesuitas los primeros cultivadores. El olivo fue uno de los primeros cultivos introducidos por los españoles en América y fue propagándose desde California hasta el sur de Chile durante casi cien años. Su uso fue extendiéndose poco a poco a las tradiciones culinarias de cada uno de los países de América.
Se establece en el año 1503 la casa de contratación con el objeto de fijar las reglas de comercio con el “Nuevo Mundo”, dentro de los productos de comercio transportados por la flota de Indias y entre los productos se encontraba el aceite de oliva. En los registros de la Casa de contratación se describe como en el año 1520 se llevaron desde los huertos de localidades cercanas a Sevilla una cantidad que rondaba cerca de 250 especies de olivares.
España atesora el mayor olivar del mundo. Más de 300 millones de olivos, que ocupan una superficie superior a los 2,5 millones de hectáreas, se extienden por 34 provincias de la geografía española, predominando su presencia en la mitad meridional y este de la península. Ello le confiere un enorme patrimonio económico y un gran valor social, medioambiental, cultural y de salud pública.
En los últimos diez años la producción media anual española de aceite de oliva ha superado el millón de toneladas.
A España le siguen a bastante distancia Italia con 500 toneladas de aceite producidas y Grecia, con 360. Otros países productores son, en la cuenca mediterránea Túnez, Turquía, Marruecos o Argelia y nuestro vecino Portugal.
El aceite de oliva es un producto arraigado a nuestra cultura alimentaria desde hace miles de años.
Los tipos de aceituna empleados en su producción son diversas, según la zona geográfica y ello determinará sus propiedades organolépticas de sabor y aroma. La más común es la picual o marteña, originaria de Jaén, y que representa el 50% de la producción española y un 20% de la mundial. Produce un aceite de tonos verdosos. Otras variedades comunes son la hojiblanca y picuda, materia prima de los aceites de Córdoba y Málaga, la arbequina cultivada en Cataluña, la empeltre, característica del aceite del Bajo Aragón y la cornicabra, variedad habitual en Castilla-la Mancha y Extremadura.
Volviendo a la introducción de este artículo, cualquier residente español en el extranjero estará familiarizado con el proceso: se acude al hipermercado, se busca la sección de aceites y vinos, se selecciona una botella de aceite de oliva virgen extra, se observa su etiqueta italiana, se gira la botella, se busca el lugar de producción y se comprueba, no sin cierto pasmo, que el preciado líquido ha sido producido en España. De nuevo se gira la botella: el nombre, el márketing, la imagen, la marca es Italia.
España tiene y ha tenido durante décadas un problema de relato, de cómo vender sus excelentes productos gastronómicos en mercados extranjeros. Mientras Francia o Italia han logrado a lo largo de los años posicionarse como productores premium de vino y aceite, las empresas españolas sólo han conseguido de forma muy reciente situarse en mercados grandes y de amplia rentabilidad. ¿Por qué ha sucedido esto? Hay diversas respuestas, y también algunos significativos cambios de tendencia que dejan entrever que, quizá, la situación cambie en el futuro. Pero aún queda camino. Vendemos más, pero vendemos más barato. España produce aceites de alta calidad, pero no los comercializa de forma directa. El ejemplo más recurrente es el de Estados Unidos. Allí, es Italia el país que lidera, y con mucho, el mercado de aceite envasado (el 42% del total; España el 11%). Sin embargo, España encabeza el mercado a granel, con otro amplio margen (el 28% del total, frente al 2% de Italia). Son las empresas norteamericanas las que se encargan de embotellar y comercializar el aceite español, que llega a su gigantesco mercado, pero no como español. Sea como fuere, la asignatura pendiente de los productores españoles es la venta de productos envasados.
Marca España: el relato por el que pasa el futuro y aunque se ha remodelado durante los últimos años, la desventaja es amplia y pervive a pesar de esta mejora de imagen, todavía los aceites españoles se perciben como inferiores a los aceites italianos o griegos, debido a su posicionamiento menos premium que los de estos países competidores. Las raíces del mejor posicionamiento de mercado de Italia y Grecia se encuentran en la tardía incorporación de España a la competición internacional. Los aceites españoles han tenido una desventaja histórica de imagen frente a sus competidores italianos y griegos debido a la ausencia de un relato, de un storytelling que dote a los aceites españoles de una imagen distintiva dentro de una escena muy competitiva.
Ese relato es el que ha acompañado durante décadas a cualquier producto italiano o francés, y al que muchos empresarios hacen referencia constante: “La Marca España” que han funcionado en otros países de nuestro entorno.
A largo plazo, el objetivo del sector del aceite de oliva pasa por que cuando cualquier comprador extranjero acuda al hipermercado quiera consumir productos españoles. Porque aunque en muchos sentidos ya lo haga, lo desconoce. Y el conocimiento, el posicionamiento de imagen, es la clave de la que depende el crecimiento progresivo de las exportaciones españolas, tal y como he tratado en este artículo.
“Made in Italy”. Así sale al mercado el aceite que exporta Italia, aunque de italiano solo tenga la etiqueta. La mayor parte de las exportaciones son producto de las mezclas de aceites que proceden de Marruecos, Grecia y, sobre todo, España.
Esta práctica ilegal ha provocado que en el extranjero se asocie el aceite de oliva a la marca Italia. “El mejor aceite es el nuestro pero durante años no hemos sabido venderlo”.
Lo cierto es que, más allá de un problema de marketing, existe un problema comercial. Pero Italia es nuestro principal comprador -absorbe el 65% de toda la exportación española- y el segundo exportador mundial. En otras palabras, es nuestro primer cliente y también nuestro competidor más directo y desleal.
Las malas artes italianas no son nuevas ni desconocidas, pero sí cada vez más peligrosas para los intereses españoles.
el comprador italiano seguirá llevándose a granel nuestro aceite, embotellándolo, etiquetándolo y vendiéndolo como suyo. Una cadena en la que, una vez más, España pierde e Italia gana.
La Denominación de Origen, única baza de los españoles para competir con las exportaciones de países como Italia. La DO es sinónimo de calidad exclusiva y solo se otorga si el aceite sale embotellado de la cooperativa donde se ha recogido. Un requisito que no cumple la mayoría del aceite italiano.
Pero, ¿quién va a pagar tres veces más por un denominación de origen español pudiendo comprar un virgen extra italiano? Lo que los consumidores desconocen es que Italia exporta aceite etiquetado como virgen extra 100% compuesto por dos tercios de virgen extra español (variedad con sabor y aroma perfectos y que no supera los 0,8 grados de acidez) y un tercio de aceite virgen italiano, que puede tener defectos de sabor y aroma y hasta dos grados de acidez. Esta fórmula aplicada a millones de litros supone una evidente ventaja competitiva para los intereses italianos.
Bien, ahora que ya ha quedado claro que el aceite de oliva Español es el mejor del mundo, lo que tienen que hacer los consumidores amantes de productos premiun, es salir y asegurarse cuando compren aceite, que sea aceite de oliva virgen extra español. ¡No se arrepentirán!
Para ponérselo fácil al consumidor mundial, en febrero de 2016, Aceites de Oliva de España, la marca de promoción de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español en todo el mundo, presentó en Madrid el nuevo posicionamiento internacional con el objetivo de reforzar su liderazgo en más de 160 países con el foco puesto en el origen España, donde se producen los aceites de oliva de mayor calidad y más consumidos en el mundo, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha desarrollado un impactante spot, y una innovadora web desarrollada en 8 idiomas (español, inglés, alemán, francés, portugués, ruso, chino y japonés) que serán las herramientas para acercar los aceites de Oliva de España a los consumidores de todo el mundo.
Para los viajeros que quieren vivir de cerca todo el proceso del aceite de oliva, desde la aceituna al oro verde. Ahí van algunas recomendaciones para hacer Oleo-Turismo en Almazaras con historia para visitar:
La Almazara de Alcabón en Toledo
A escasos kilómetros de Toledo y Madrid, en la villa toledana de Alcabón, se sitúa la Almazara conservada más antigua de España. Su antigüedad se remonta al siglo XVI, incluso algunos estudios ubican la maquinaría en el siglo VIII, y enclavada en una construcción del siglo XVIII, donde también se encuentra la balsa de lagar. La almazara se ubica frente al ayuntamiento de la localidad, en un edificio remodelado en el año 2007, convirtiéndose en el Museo de La Almazara de Alcabón, haciendo también las veces de bar-restaurante.
Disponibilidad de visitas guiadas por las instalaciones.
Servicio de cafetería y restaurante.
Contacto:
Plaza de España , 6, 45523
Alcabón (Toledo)
Tel.: 925 77 96 31
La Antigua Almazara de Sierro en Almería
La almazara de Sierro, ha sido un eje fundamental para la subsistencia de un pueblo, formado en su mayoría de agricultores, donde la difícil orografía del municipio, hacía imprescindible la estrecha relación entre sus habitantes y el trueque como medio de vida en un lugar aislado geográficamente y estrictamente rural. La emblemática almazara de Sierro cerró definitivamente sus puertas a principios de los años noventa, sin embargo, hoy vuelve a llenarse de vida, ésta vez, reconvertida en el Mesón Pan y Aceite. La restauración de la Escuela Taller del municipio ha permitido conservar la esencia del espacio, que cuenta con la antigua maquinaria y la idéntica fisonomía del edificio, enclavado en las inmediaciones del Río de Sierro, en un paraje de extraordinaria belleza perteneciente a la Sierra de los Filabres. La almazara de Sierro es también un museo etnológico abierto al público, donde se puede conocer la forma de la conversión de la aceituna en el preciado oro líquido, en una época donde las mulas eran las mejores aliadas de los hombres del campo. Por su parte, el alcalde de Sierro, Juan Rubio, habla de la excelente calidad que siempre ha tenido el aceite de Sierro. El representante del Consistorio serrano invita a los vecinos del Valle del Almanzora y de la provincia a conocer su pueblo y especialmente y ante esta nueva etapa, la antigua almazara, con la seguridad de que a nadie va a dejar indiferente.
Contacto:
Mesón Pan y Aceite
Calle Padre Pepe s/n. Sierro (Almería)
Persona de contacto: Miguel.
Teléfono: 950107945 – 656681663
Email: mesonpanyaceite@gmail.com
Una Almazara olvidada en el tiempo de Ceclavín en Cáceres
Buscando opciones de Oleo-Turismo por España para ofreceros, hemos encontrado esta joya olvidada en el tiempo, ubicada en las inmediaciones del municipio Cacereño de Ceclavín: Sabemos por el Catastro de Ensenada que en el siglo XVIII hubo en nuestra villa 4 lagares de aceite (o almazaras) que eran movidos por caballerías. El Catastro nos informa sobre el nombre de sus propietarios y lugar de ubicación, (calles del pueblo) y aunque hemos rastreado su busca, sólo quedan como restos de su presencia algunos rulos (piedras cónicas) dispersos. Una almazara olvidada. A unos 6 km. de la villa siguiendo por el camino de la aceña de la Orden, para a continuación tomar el camino que nos lleva hacia el sitio de los infiernos, próximo al río Alagón, se encuentran dos edificios semiderruidos, rodeados de olivos. El primero de ellos alberga la Almazara propiamente dicha, próximo a este, otro edificio serviría para albergar a los operarios de la almazara.
Molino de Aceite y Museo de Agricultura Tradicional en Granada
El Museo de agricultura tradicional y molino de aceite Granada se encuentra recostada al pie del cerro del Zahor y al borde de los tajos del río Torrente en Nigüelas. Su emplazamiento constituye un espléndido mirador, desde donde se domina prácticamente toda la comarca alpujarreña. El Molino de Aceite. Museo de Agricultura Tradicional es un Edificio nazarí construido entre los siglos XII y XIV que alberga una de las almazaras más antiguas de España.
Contacto:
Dirección : C/ Canalón 12 E – 18657 Nigüelas
Teléfono : 958 77 76 07
Una almazara en el Museo Casa de Dulcinea en El Toboso en la Mancha – Toledo
Este museo se alberga en un edificio que mantiene parte de su estructura original del siglo XVI, y pesar del tiempo transcurrido y las alteraciones experimentadas a lo largo del tiempo conserva en líneas generales… los caracteres de la casa manchega de un hidalgo con sus diversas dependencias: molino, bodega, patios, corrales, pozos, etc….Esta casa pertenecía a una de las familias más ilustres de El Toboso, los Martínez Zarco de Morales, cuyos escudos podemos ver en la fachada. Según la tradición, en época cervantina fue habitada por don Esteban y Doña Ana, su hermana, quien inspiró el personaje de la sin par Dulcinea de El Toboso en el libro de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Esta tradición es parte del patrimonio que conserva este museo. El acceso a la vivienda y al museo en sí se produce por un zaguán que da paso a las zonas de servicio: la cocina, la despensa y los patios y corrales de la parte trasera; entre ellos encontramos una almazara o molino de aceite, una prensa para la uva y un palomar.
Contacto:
Museo Casa de Dulcinea. C/ Quijote, 1. 45820 – El Toboso (Toledo)
Visitas de grupo: concertar cita.
Teléfono: 925 197 288
Oficina de Turismo de El Toboso. C/ Daoíz y Velarde, 3. Tel: 925 568 226
e-mail: turismo@eltoboso.org
Molino de Goicoechea en Zaragoza
Este molino fue mandado construir por Juan Martín de Goicoechea, empresario y prócer radicado en Zaragoza que anteriormente se había dedicado a la industria textil… y que la abandonó por no parecerle de gran porvenir en Aragón. Así pues, pasados unos años de duda (1779-85) decidió aprovechar el solar de un hilador de seda de su propiedad para construir un molino de seis prensas.
Fuente: “Los Goicoechea y su interés por la tierra y el agua en el Aragón del siglo XVIII”. Zaragoza, 1989
Museo del Aceite en Santa Cruz del Valle en Ávila
Este museo está ubicado en la antigua almazara de Santa Cruz del Valle en la provincia de Ávila en el hermoso paraje del Valle del Tiétar. Ha sido rehabilitada y en la primera fase, se realizaron las obras de rehabilitación de la almazara, y en la segunda, se acometieron algunos detalles que restan, como la climatización o la colocación de baldas en las que se situarán las muestras de aceite de oliva virgen extra de los países mediterráneos esperando contar con unas 3.000 botellas, lo que permitirá que se cree la primera oleoteca no solo de España, sino también a nivel internacional. Un monitor de tiempo libre que trabajó en la almazara cuando estaba abierta se encargará de enseñar el museo y realizará un recorrido completo de la aceituna.
Contacto:
Se puede visitar de lunes a viernes, excepto los miércoles, en horario de 19,00 a 21,00 horas.
Dirección: Plaza De la Constitución, 1, 05413 Ayuntamiento de Santa Cruz del Valle, Ávila,
Teléfono:920 38 62 01
La almazara, o molino aceitero de Jaganta, se encuentra en el barrio del mismo nombre, perteneciente al municipio de Las Parras de Castellote.
El edificio que alberga la almazara es una sencilla construcción tradicional de tapial, con cubierta a una sola vertiente, realizada con maderos, cañizo y teja, presenta dos accesos para facilitar la entrada y salida de los animales cargados con la oliva. En el acceso principal, una pequeña fuente con su balsa servía para abastecer de agua la almazara. Se conserva también la maquinaria añadida a principios del siglo XX. Este molino dejó de funcionar pocos años después de la Guerra Civil, iniciándose su recuperación a partir de los años 1994-1995.
Contacto:
Dirección: Jaganta, barrio de Las Parras de Castellote.
Comarca: Bajo Aragón
Visita guiada previa cita
Persona contacto: Grupo de Estudios Masinos
Telf. 978723072/978848807/679522072. Parque Cultural del Maestrazgo: 978849713
Si eres de esos que lo quiere ¡Ya! Y vives fuera de España, en el extranjero, te doy Algunas plataformas digitales que se ofrecen como puente para llevar los artículos desde el productor, cuando carece de una tienda ‘online’ propia, hasta las mesas foráneas. Es una forma de vender España al extranjero a través de internet. Si fuera de nuestras fronteras valoran los ingredientes de la dieta mediterránea, ¿por qué no daros la oportunidad de disfrutarlos en casa?
La plataforma ofrece desde 2012 los artículos oleícolas de cualquier productor que, de manera gratuita, quiera inscribirse. Está pensada como un ‘link’ desde el origen al consumidor final, quitando intermediarios. Fincalink ya cuenta con 20 productores, y sus clientes son en su mayoría particulares. Cuando hay un encargo, Asensio avisa para que preparen el envío y gestiona la logística. De momento, solo exporta a Europa, principalmente a Reino Unido, de donde provienen muchas de las ventas.
otra plataforma que vende aceite de pequeñas cooperativas cordobesas. Junto con el pedido, envían a sus clientes un certificado de que el líquido se produce y envasa en el mismo sitio (incluso pueden conocer la parcela exacta donde estaban los olivos), y de que se trata de aceite virgen extra.
Los aceites de oliva virgen extra que se producen, comercializan y exportan en ILOVEACEITE® proceden exclusivamente de olivos cuya producción están situados en Peal de Becerro (Jaén) y tienen su origen y calidad amparados por la Denominación de Origen «Sierra de Cazorla».
Exportar nuestro aceite de oliva virgen extra a todos los rincones del mundo es uno de nuestros principales objetivos.
Eficacia, solvencia, garantía y calidad en los productos, nos han permitido exportar a países como China, Ghana, Honduras, Paraguay, Ucrania, República Dominicana, Perú, India, Polonia, Bélgica, Japón, Sudáfrica, Francia, Alemania, Austria, Irlanda entre otros.
Oliva Oliva es el mayor portal de venta de aceite de oliva virgen extra en Internet, con cerca de 300 productos online, e incorporando cada día nuevos productos seleccionados.
En Oliva Oliva, el cliente compra el aceite de oliva virgen extra directamente a la almazara productora, al mismo precio de venta que en la almazara.
El producto se recoge, por tanto, en la almazara de origen, recién envasado y empaquetado por el productor, expresamente para el comprador de Oliva Oliva.
El cliente puede probar distintos aceites, en pequeños formatos, antes de realizar un pedido a la almazara. Para ello puede elegir entre los mejores aceites que se encuentran en la página “Selección tienda”, los cuales se pueden adquirir por unidades sueltas, y con un solo gasto de envío para el total del pedido.
La Tienda, productos españoles en EEUU. Williamsburg (EEUU), allí es donde Don Harris fundó la empresa de pedidos por Internet de productos tradicionales y auténticos alimentos gourmets españoles, de nombre “La Tienda“, hace ahora diez años.
La empresa se fundó con el objetivo de proporcionar a los españoles con morriña algunos productos tradicionales de su tierra, sin embargo, el negocio fue más allá de los españoles y convenció también a los residentes americanos de consumir autenticas delicias españolas. Don Harris, conoció España cuando su buque tocó puerto español en 1965, siendo joven capellán de U.S. Navy. En 1973, y mientras crecía la familia, residimos cerca de las bodegas de vino de jerez en el casco antiguo del El Puerto de Santa María (Cádiz) durante nuestro destino en la Base Naval de Rota. El aprecio que sentimos por esta forma de vida tan cercana en la que los lazos familiares son primordiales, en la que los niños son mimados por todos, y en la que las diferentes generaciones cotidianamente se reúnen y conviven mientras que disfrutan de una comida sana, fue en aumento al compartir nuestro día a día con vecinos españoles.
Ahora, diez años más tarde, La Tienda cuenta con más de 650 productos, la mayoría de ellos de alimentación, y algunos de cocina y de mesa, y más de 50.000 clientes.
A través de su página Web y en su establecimiento, la empresa vende más productos españoles que cualquier otra en Estados Unidos.
Aceites García de la Cruz 1872
La evolución de la alimentación y la gastronomía en España
Monte Testaccio: Cuando el aceite español creó una colina – por SIBYLA el 29 de sep de
2014 Fuente: Estudios sobre el Monte Testaccio de Blázquez y Remesal
Esencia de Olivo: cultura del Aceite de oliva virgen extra
España, primer productor mundial de aceite de oliva
Magnet
España, el líder mundial de vino y aceite al que nadie quiere comprar fuera
La ‘marca Italia’ se queda con el aceite español
Almazaras Historicas
Vino, aceite de oliva y otras hierbas: vendiendo España al extranjero a través de internet